Antes que nada, Neth como dice la canción que nadie calle tu verdad. Eres libre de contar aquello que quieras contar y hacerlo del modo que sientas que tienes que hacerlo.
Considero que en muchos casos cuando más perdidas nos encontramos, el blog es el lugar donde buscamos comprensión y apoyo de gente que como nosotras está pasando o ha pasado en sus propias carnes por algo similar, ya que es algo muy difícil de entender muchas veces incluso para nosotras mismas. Lo último que necesitamos es que nos juzguen o culpabilicen de arrastrar a nadie hacia el caos, pues quiero creer que cada persona tiene la suficiente capacidad de elección propia como para no elegir en base a lo que viven, cuentan o sienten los demás y más cuando lo que se relata en estas páginas y lo que tratamos de transmitir es que los trastornos alimentarios no son una moda, un capricho, una tontería del momento, que en muchos casos ni siquiera es algo tan simple como la busqueda de la delgadez. No me cansaré de repetirlo, esto va mucho más allá.
Intentamos desahogarnos del único modo que sabemos. Narramos nuestros altos, nuestros bajos, el infierno diario al que nos enfrentamos cuando caemos sin freno. Aquí no finjo (bastante finjo ya en mi vida diaria), aquí simplemente puedo ser algo más sutil a la hora de expresar lo que siento en realidad, puedo omitir pero no mentir. Si estoy mal no voy a decir que estoy bien simplemente porque sea lo que los demás esperan que diga.
A parte de un lugar donde expresarme, esto se ha convertido en un lugar en el que poder descifrar aquellos pensamientos y sentimientos que muchas veces no logro entender, aquí desenredo los pensamientos que se entremezclan en mi mente y los hago menos complejos de lo que pueden parecer en un principio.
Igual que nosotras tenemos el derecho de expresarnos libremente, los demás pueden decidir libremente dejar de leernos si no les gusta lo que leen. Es así de sencillo.
Lo siento, pero no creo que haya nadie en su sano juicio que pueda sentirse arrastrado a algo así cuando lo que aquí se cuenta es la realidad sin disfraces. Aquí no hay ana, ni mia (hay anorexia y bulimia), no hay princesas (hay personas enfermas), no hay tips (no se ayuda a nadie a autodestruirse, se trata de ayudar a salir adelante), no es un modo de vida (es un modo de NO vivir), no es una elección yo no he elegido sentirme así (es una enfermedad). Ya está bien de frivolizar!
No creo que haya nada tentador cuando con nuestras palabras dejamos bien claro que caer en este mundo es sinónimo de: fingir, ocultar, depender de unas cifras, aislarse del mundo, odiarse cada día un poco más, culpabilizarnos de cada cosa que pasa a nuestro alrededor y castigarnos de algún modo por ello, sentirse vacia y sola, perder las ganas de hacer nada, perder la capacidad de disfrutar de las cosas, crisis de ansiedad constantes, ganas de desaparecer, sentirse pequeña e inferior al resto... Desde luego no es un camino de rosas y daría lo que fuera por regresar al pasado y corregir cada paso mal dado.
Pienso que no hay nada malo en expresar los pensamientos y sentimientos que nos ahogan, que nos oprimen y necesitamos exteriorizar de algún modo, al contrario, creo que nos ayuda ver que no estamos solas. A mi personalmente no me gusta estar asi y no creo que haya nadie que se encuentre realmente en esta situación que pueda disfrutar de ello y por mucho que la gente te diga con toda su buena fe "animate" no es tan sencillo, ojalá lo fuera... Yo misma me culpabilizo en muchas ocasiones por hundirme de este modo, por caer, por llorar... porque no me creo en disposición de hacerlo, no creo que tenga derecho y sé que en realidad me fallo principalmente a mi misma pero lo que más me duele en realidad es fallar a los demás. Me encantaría estar bien, pero por mucho que lo intento NO PUEDO, es superior a mí. Y cuanto más me culpo por sentirme mal peor me siento y volvemos a la rueda...
Muchas veces finjo sentirme mejor, no por mí, si no por los demás. Porque soy consciente que si esto es difícil para mí, para mi entorno no lo es menos. Y aunque en ocasiones me gustaría que me diesen por un caso perdido para poder seguir hundiéndome más y más, dejar de luchar contra mi misma, y poder dejar de fingir, no soportaría que esto fuese así porque haciendo alarde de lo contradictoria que soy si me diesen por un caso perdido entonces si que estaría perdida por completo. Necesito que confien en mí, que crean que puedo salir de esta, ¿pero cómo esperar que crean en mí si yo hace tiempo que dejé de hacerlo?
Ojalá pudiese darles la satisfacción de comportarme como una persona de mi edad normal y salir de fiesta porque me apetece, tener novio, trabajar, estudiar... Intento salir aunque no me apetezca y salgo porque en casa sé que no soluciono nada, pero no salgo tanto como se supone que lo hacen los demás, intento empezar una relación pero no puedo y lo vuelvo loco a él y me empiezo a volver loca yo... no puedo forzar algo así y eso para muchos me convierte en la "rara y antisocial" (¿Cuántas veces habré escuchado estas palabras?) Hablan y hablan pero no se dan cuenta de que no es que no quiera, esque ahora mismo no puedo dar más de mí y siento impoténcia porque sé que tarde o temprano si no espabilo acabaré quedándome sola porque entiendo que es muy complicado estar al lado de alguien y no entender lo que pasa, intentar ayudar pero no saber muy bien como hacerlo. Y sé que se cansarán, tarde o temprano lo harán.
Ya lo he dicho alguna vez puedo normalizar mi actitud hacia la comida, de hecho en ese aspecto estoy mejor. Pero en mi caso, el trastorno alimenticio es tan solo una gruesa capa que he formado con el paso de los años para tapar otras muchas cosas y evitar enfrentarme a ellas y ahora que mi relación con la comida está algo mejor y se está empezando a deshacer esa capa salen a la superficie los sentimientos que tenía enterrados, aquellos que muchas veces no me permitía experimentar. Ahora esos sentimientos están saliendo a borbotones y me ahogan. Quiero creer que solo es una fase de la recuperación y que pronto pasará, quiero creerlo y necesito creerlo porque esto es horrible y se me empieza a hacer insoportable.
He estado practicamente una semana recluida voluntariamente en mi casa, sin fuerzas, sin ganas de hacer nada, paseando entre estas cuatro paredes como una autómata dejando pasar los días sin más. El jueves supongo que fruto de estar tanto tiempo sola dando vueltas a mi cabeza la ansiedad volvió a estar presente de nuevo, tenía el corazón aceleradísimo, unas nauseas horribles y mareos constantes. Lloré pero quizás no todo lo que necesitaba llorar. Ayer viernes no me levanté mucho mejor, estaba mareadísima, las nauseas aún eran más fuertes y las ganas de llorar estaban más presentes si cabe, intenté reprimirlas durante toda la mañana pero sabía que no podría contenerme durante mucho tiempo más y después de comer decidí encerrarme en mi habitación a "dormir la siesta". Me puse el mp3 con la música que se ha convertido en la banda sonora de mis momentos más enfermizos, me tapé la cabeza con las mantas y dejé que las lagrimas fluyeran libremente. No podía parar, me ahogaba pero era lo que necesitaba. El llanto me acompañó durante bastante más de 1h, después seguía sintiendome triste pero al mismo tiempo algo más tranquila.
Hoy me he levantado bastante mejor, tal vez simplemente necesitaba descargar la tensión acumulada y después de tanto llanto me he "vaciado".