*Si LuChAs PuEdEs PeRdEr, Si No LuChAs Ya EsTáS pErDiDo*

SiGo CaMiNaNdO sIn DeTeNeRmE y CaDa PaSo QuE dOy Me DeScUbRe HaCiA dOnDe VoY.

viernes, 25 de diciembre de 2009

No quiero...



No quiero escuchar... pero oigo.
No quiero mirar... pero veo.
No quiero sentir... pero siento.
No quiero pensar... pero no puedo dejar de hacerlo.




Me encuentro al borde del precipicio y siento que en estos momentos bastaría un detalle, una simple brisa para hacerme caer. ¿Cómo explicar tantas y tantas cosas que guardo en mi interior?¿Cómo ponerles palabras?¿Cómo lograr que me entiendan si ni yo misma logro comprenderme?

¿Por qué no dejo de complicar las cosas? A veces me siento como una pieza de un puzzle que no encaja en ningún lugar. Ya no sé quien soy en realidad, aquello que un día fuí se desvaneció... y ni tan siquiera sé si queda un pequeño resquicio de mí encerrado aquí dentro esperando a ser liberado o ya no queda nada.

Me dicen que luche, que ya me he hecho suficiente daño, que ya he sufrido bastante, que merezco ser feliz... ¿Por qué merezco ser feliz? ¿Qué he hecho yo para merecer esa felicidad? Ya os lo digo yo, NADA.

Cuando alguien te hace daño una y otra vez la solución es relativamente sencilla, alejarte de quien te causa ese dolor, pero... ¿y cuando tu mayor enemigo eres tú misma? ¿Qué hacer cuándo eres tú quien más daño te hace?¿Cómo me alejo de mí?

A mi alrededor veo miradas de tristeza, impoténcia, rabia, miradas disimuladas... y muchas de esas miradas las he causado y las sigo causando yo y no lo soporto. Intento evitarles el dolor, hacer las cosas bien, estar bien... pero no sé a quien trato de engañar, no me siento bien. ¿Y qué hago?, ¿Finjo tener la vida que todos esperan que tenga? ¿Sigo caminando por inércia? ¿Engaño a los demás y a mi misma? ¿Hago las cosas porque se supone que debo hacerlas aunque en realidad no las sienta? ¿Encamino mi vida acorde con los dictámenes de esta sociedad? ¿Sonrío aunque tenga ganas de llorar?... ¿Cómo consigo acabar con esta espiral?¿Cómo consigo soltar las cadenas y dejar de aferrarme a ellas?¿Cómo consigo simplemente ser normal?

No todo el mundo está capacitado para todo, hay cosas que por un motivo u otro no se nos dan bien. No todos sabemos cantar, dibujar..., a mí no se me da bien vivir, no recuerdo como se hace. No sé donde está mi sitio, haga lo que haga, vaya donde vaya y esté con quien esté me siento fuera de lugar. Quizás porque no tengo ese hueco en ningún sitio, o tal vez porque yo no sé buscarlo... pero lo cierto es que muchas veces me planteo ¿qué pinto yo aquí?

*¿Cuántos gramos pesa mi alegría? ¿Cuánto pesa el miedo a ser feliz? Nunca me he sentido tan perdida...*

lunes, 21 de diciembre de 2009

Hoy me siento fuerte!



Después de 5 días de encierro voluntario en mi casa sin pisar la calle para nada, después de 5 días de reflexiones, de tropiezos, caidas, bajones, ganas de tirar la toalla... Hoy me siento con fuerzas, no sé cuanto durará pero creo que es justo que igual que hablo aquí de los malos momentos, de la soledad, de la tristeza... hable también de los momentos en los que aparece un ápice de calma.


He estado 5 días practicamente aislada del mundo pasando gran parte del tiempo en la cama o simplemente vagando por mi casa deseando que pasen pronto estas fechas que no soporto y que me hacen sentir tan vulnerable. Pero hoy me siento diferente, con energía para volver a la carga, me siento fuerte para seguir luchando. Adoro esa sensación.


Mañana ya se verá, pero hoy soy capaz incluso de disfrutar de las pequeñas cosas y quiero aprovechar al máximo esa sensación sin pensar en lo que durará: una mirada, una sonrisa sincera, una muestra de cariño... HOY ME LLEGAN Y ME LLENAN.


Quiero seguir disfrutando de esas pequeñas cosas, pequeñas cosas que en determinados momentos pueden ser tan grandes... Ver una película en familia y de verdad disfrutar de ese momento, desayunar en una cafetería con mi madre sin parar de hablar un instante y sentirme tan tranquila y tan cómoda en ese momento que en ese intervalo de tiempo dejan de importarme las kcal que entran en mi cuerpo...


En este camino hay tropiezos, caidas... pero en cada una de ellas cojo el impulso necesario, recojo los pedazos que han quedado, intento encajar las piezas y me vuelvo a levantar con más fuerza si cabe para continuar caminando hacia delante. Siempre hacia delante, pa'trás ni pa coger impulso. Puede que mis pasos sean pequeños y lentos, pero prefiero caminar lento y sobre seguro para que mis pasos sean firmes y poder llegar a buen puerto. No quiero precipitarme, correr demasiado, caerme antes de llegar a la meta y que la caida sea tan brutal que no consiga volver a levantarme.


Hoy he escuchado una estadística, no es más que eso, una estadística y como tal van cambiando constantemente y en mi opinión no son del todo fiables, pero bueno... ahí va:

- El 50% de las personas que sufren un TCA se recuperan (¿Por qué no voy a poder llegar yo a estar entre ellas??)

- El 25% mejora notablemente pero sufren secuelas tanto físicas como psicólogicas.

- El 2% acaba en suicidio. (Me niego a acabar así)

-Y el resto acaba cronificandose o no llega a diagnosticarse (También me niego en rotundo a vivir toda mi vida con esto a cuestas)




* Solo quiero pasar página y empezar de nuevo*

sábado, 19 de diciembre de 2009

Cierro los ojos por mi miedo a afrontar.



Algún día aprenderé el porque de algunas cosas.
Empiezo a aprender como camina mi corazón,
me precipito, salto al vacío y luego me siento y me pongo a buscarme.
Y me busco,me busco y no me encuentro

Yo busco, me busco y no me encuentro
Y no paro de buscarme más y doy vueltas y pienso sin parar
y
me miro en el espejo despacito,
me analizo y me enfado otra vez conmigo.
Me echo a correr buscando no se qué,
pensando que tal vez es posible reponerse cuando mi cuerpo termine de llorar...


Y ahora que he caido al fondo de una piscina
que ni una gotita de agua tenía,
voy a recoger mis alitas rotas
y las pegaré trocito a trozo y volaré.
Yo soy una montaña rusa que sube, que baja,
que rie, que calla confusa...


Me dejo llevar por lo que los días me quieran mostrar.

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Llevo unos días complicados, demasiado tiempo para pensar y demasiadas cosas en las que pensar. Y mientras tanto me acabo refugiando en lo de siempre, odio hacerlo pero al mismo tiempo lo necesito.
Vuelve la contradicción constante tan característica de mí: Si como me siento culpable por hacerlo y me invade el miedo a engordar, pero si por el contrario no como también me siento culpable por no hacer las cosas bien, por fallar una y otra vez a los demás y también a mi misma.
Y así con cada conducta que alimenta la enfermedad, si lo hago malo y si no lo hago peor.


Muchas veces siento la necesidad de lanzarme de nuevo al vacío sin temor a las consecuencias pero no puedo hacerlo, ya no. Cada paso que doy tiene consecuencias y por desgracia no me afectan solo a mí, ojalá fuese así... todo sería más sencillo. He prometido muchas cosas y no quiero que queden en meras palabras, quiero cumplir cada promesa que ha salido de mi boca, por eso me fustigo de ese modo en cada fallo, en cada caida. No puedo seguir haciéndoles esto, no puedo seguir así por más tiempo.


¿Habeis visto la película "Dejad de quererme"? Si no la habeis visto os la recomiendo, siempre y cuando no esteis con el ánimo por los suelos, porque es muy bonita pero también muy triste. Así me siento muchas veces, intento alejarme del mundo aunque los necesite para hacerlo todo más sencillo, para que de algún modo me olviden y terminen alejandose de mí en un intento de evitarles una preocupación innecesaria que no merezco. Pero como dicen en la película "No es fácil comportarse como una cabrona con la gente a la que quieres con locura para que dejen de quererte y puedan dejar de sufrir por tí"


No entiendo lo que me pasa, no tengo derecho a sentirme así.


*No pienso enterrar mis dolores para que duelan menos, voy a sacarlos de dentro para que se los lleve el viento*

lunes, 14 de diciembre de 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿?


*Desfila el miedo entre flashes de ansiedad*

jueves, 3 de diciembre de 2009

Ya está, se acabó



Pero... ¿es un final o un comienzo? Sé que depende de mí que la balanza se incline hacia una de las dos opciones pero no confío en mi capacidad para decantarme por la más adecuada y mucho menos para mi capacidad de actuar de un modo consecuente con la determinación que escoja.

Ha finalizado algo muy importante para mí (mi trabajo) algo que me ha hecho reir, llorar, cabrearme... en definitiva, algo que de verdad he VIVIDO como hacía mucho que no lo hacía, quizás muchas veces demasiado intensamente, pero lo importante es que lo he vivido y ahora ya desde fuera tan solo quiero llevarme lo bueno(en realidad es lo que ha predominado casi hasta el último momento), llevarme lo malo tan solo me haría daño asique prefiero aparcarlo en el olvido y cada cual que siga su camino.

Ahora mismo tengo la sensación de que se acaba de cerrar una etapa de mi vida. Supongo que ahora me toca empezar un nuevo capítulo. Y duele, pero más que doler asusta. Los cambios suelen dar miedo y la incertidumbre de no saber hacia donde me llevarán mis pasos a partir de ahora me aterra.


Soy consciente que cada paso que he dado, que doy y que daré serán condicionantes para un futuro, que quien llegue a ser el día de mañana dependerá de las decisiones que tome "hoy". Y me presiono, me agobio, me exijo... y parece que no llego a ninguna conclusión, quizás porque no tengo demasiado claro lo que quiero pero lo que si sé es lo que no quiero, no quiero quedarme atrapada y que mi futuro sea igual que mi presente, no quiero que pasen más y más años y encontrarme en el mismo punto o incluso poder llegar a encontrarme unos peldaños más abajo. Y el tiempo sigue pasando y corriendo en mi contra... y al mismo tiempo aunque pueda sonar contradictorio el "mañana" parece no llegar nunca.



Hasta ahora estar donde estaba me aportaba y permitía cierta estabilidad, algo del control que tanto necesito y la comodidad de quedarme de algún modo "estancada" en la rútina establecida sin sentirme en la obligación de avanzar hacía ninguna dirección, sin tener que decidir, actuando tan solo por inércia.

También era uno de mis refugios menos dañinos, una parcela de normalidad en mi vida... pero una "normalidad" que utilizaba en contra de la recuperación para evadirme de algún modo, para huir de la realidad y de mis problemas engañándome a mí misma, mi vía de escape. Porque mientras tenía eso en mis manos sentía que aún me quedaba algo, pensaba que si allí podía ser "normal" y fingir que todo estaba bien era porque realmente no estaba tan mal, no podía estar tan mal, mi mente no quería aceptar ese hecho por más que las evidencias parecieran demostrar lo contrario. Continuaba creyendo (y aún a día de hoy hay veces que esporádicamente aparece ese pensamiento) que lo tenía todo bajo control y en parte ese falso control me hacía y por desgracia me hace sentir libre.

Ahora sé que mi concepto de libertad es completamente erroneo, (lo he distorsionado y amoldado a mi conveniencia pero estoy tratando de modificarlo poco a poco) y que para ser libre de verdad aún me queda mucho camino por recorrer, porque la verdadera libertad no consiste en decidir no comer y creer poseer un control que no es real por ello.


En definitiva, hoy me siento un tanto confusa, preocupada (por otro motivo que no viene al caso), algo triste... pero al mismo tiempo también me siento menos pesada, con menos carga a mis espaldas y algo más relajada. Supongo que necesito que esos sentimientos se asienten y con el tiempo podré saber si ha sido un cambio en parte necesario.