Miedo

La gente de mi alrededor dice que estoy demasiado delgada pero a parte de que yo veo justamente lo contrario (sé que lo que veo no es fiel a la realidad), creo que simplemente me ven más delgada de lo que he estado anteriormente por la perdida obvia de peso, pero eso no implica necesariamente que esté demasiado delgada.

Sé que siendo objetiva mis hábitos y conductas alimentarias no son las normales ni apropiadas(aunque van mejorando) pero sigo teniendo esa "vocecilla" que no me deja acabar de creerme que estoy enferma, esa voz que hace que por momentos sienta que la palabra anorexia no va conmigo y me hace creer que en el mismo momento que de verdad lo decida puedo volver a llevar una alimentación normal sin necesidad de recurrir a restricciones, vomitos... (Aunque en el fondo sé que de algún modo me autoengaño)

Es como cuando fuí al centro especializado en TCA a la charla informativa... me sentía fuera de lugar. Era extraño, por una parte sentí que aquel era mi sitio ya que las personas que se encontraban allí probablemente habían tenido experiencias, pensamientos y sentimientos muy similares a los que yo pueda tener pero sin embargo me daba la sensación de que cada una de las pacientes con las que me crucé estaba más delgada que yo (incluso envidié esa delgadez), por lo tanto ellas estaban peor que yo y necesitaban más ayuda. En mi mente continua esa creencia de que mientras no llegue a un peso extremo es porque no estoy tan mal, que si me he estancado en un peso y no he continuado bajando sin freno es porque en realidad lo controlo...

Supongo que estos pensamientos son fruto de un mero intento de restar importancia al problema y así seguir aferrándome a él porque me asusta soltarlo... me asusta que detrás no quede nada, me asusta que dejen de marcarse los huesos que tanto me ha costado marcar, me atemoriza que mi peso suba sin freno, temo perder mi vía de escape ¿Qué haré si la dejo marchar? ¿A qué me agarraré cuando necesite escapar? Soy consciente(aunque no sé hasta que punto) del daño que me hace, pero al mismo tiempo muchas veces es lo único que me hace sentir bien. Tendría que buscar alternativas que también me hagan sentir bien pero resulten menos dañinas ¿Pero cuáles?

Es comprensible que después de tantos años encerrada en mi burbuja de irrealidad, alejada del mundo me asuste enfrentarme a la realidad, salir de ella, afrontar las cosas y ponerles solución pero también es verdad que aislada de todo y encerrada en mi misma no soluciono nada, no vivo... al contrario simplemente me hundo más y más. Lo que supone la burbuja, la enfermedad, el aislamiento ya lo conozco y en caso de que después de haberlo intentado TODO no pueda salir de esto o lo que haya ahí fuera no me guste o no me compense siempre puedo volver a la seguridad de lo conocido pero... me aterra tanto la idea de fracasar en el intento.

Estas semanas he estado un poco más animada ni siquiera sé muy bien porque pero me encontraba con algo más de fuerzas, con más ganas de salir, de hacer planes...

Estoy inmersa en una auténtica montaña rusa de emociones. Intento aprovechar los pocos momentos en los que me encuentro arriba o al menos no tan hundida para socializarme más. Aprovecho esos escasos instantes de tranquilidad para salir de mi propio encierro y hacer algo más que dejar las horas pasar, en definitiva, trato de comportarme con esa normalidad de la que muchas veces carezco... y por un momento todo parece estar en calma. Da la sensación de que todo vuelve a su lugar y que la pesadilla en la que llevo tantos años sumergida va cesando, pero basta que se cruce por mi mente un simple pensamiento dañino para volver a la rueda y que todo parezca volver a desmoronarse de inmediato.

Hay días en los que me siento con toda la fuerza del mundo para seguir luchando y me creo con la suficiente capacidad de conseguir superarlo y poner en orden todo aquello de mi vida a lo que privé de tener cabida en ella... Pero cuando parece o al menos siento que estoy despertando vienen otra vez esas ideas y de repente todas esas fuerzas que sentía se esfuman y vuelve a aparecer la necesidad de dejarme caer, el miedo a que el mundo real me engulla en cuanto ponga un pie en él.

Esta vez lo que desembocó en esos pensamientos fue un simple documental, estaba aburrida en casa y empecé a entrar en blogs, foros... tratando de mantener mi mente ocupada y entonces encontré un documental que no había visto. Trataba de una chica de 22 años con anorexia desde hacía 1, es decir estaba en una fase bastante inicial de la enfermedad por lo que en teoría debería ser más sencillo con el tratamiento adecuado superarlo ¿no?.

El documental consistía en el seguimiento de su tratamiento. Dada su delgadez 38 kgs con una estatura de 1.62 empezó en el hospital de día para primero estabilizar su peso pero pasadas unas semanas y viendo que algo no iba bien ya que el peso no variaba deciden ingresarla. Pasa meses aislada de su entorno saliendo de su habitación tan solo para las comidas y recibe el alta cuando alcanza su peso mínimo recomendado 49 kgs. Tras ello vuelve a ser supervisada en el hospital de día como punto intermedio después del ingreso y finalmente comienza terapia ambulatoria y recibe el alta.

Pues bien, parece una historia más incluso con final feliz ¿no? aparentemente aunque puede que no esté curada si parece recuperada, pues nada más lejos de la realidad...Volvieron a entrevistar a esa chica 10 años después, es decir cuando contaba con 32 años y aluciné y se me vino el alma a los pies cuando en lugar de encontrarme con una historia de lucha y esperanza me encontre con una mujer de 32 años que no había trabajado en su vida, que después de ese ingreso la ingresaron de nuevo con 40 kgs por depresión y posteriormente la volvieron a ingresar pero esta vez por orden judicial con 28 kgs ... Tuvo multiples ingresos en un psiquiatrico por problemas de autolesión e intentos de suicidio.

Pufff horrible... Me dieron unas ganas de llorar...

Sé que esa visión de lo que puede llegar a ser mi futuro me debería servir para decir: No quiero acabar así y ponerle remedio pero solo puedo pensar en ¿Y si eso es lo que me espera? ¿Y si haga lo que haga ya no hay vuelta atrás? ¿Y si los avances que voy teniendo son meros espejismos para finalmente volver al punto de partida?

Me da miedo soltarla por la incertidumbre tan grande que me supone, por el temor a lo desconocido... pero aún me da más miedo que a pesar de mis intentos sea ella la que no me suelte y se quede conmigo para siempre...