El último post que escribí en el blog fue un pequeño resumen de todo lo que escribí la noche anterior a muy altas horas como consecuencia del insomnio que arrastro, la angustia que sentía en esos momentos y que necesitaba sacar de algún modo. Una angustia que acabó plasmada en papel mientras el bolígrafo dirigido por mi mano inquieta no podía parar de escribir, lo necesitaba tanto como el aire para respirar. Tanto por contar... tantos momentos y recuerdos que golpeaban mi mente y parecían ir conectándose por momentos, ansiosos por salir al exterior. (Aquí, en el blog tan solo dejé 1 pequeño extracto escogido entre tantas y tantas páginas escritas)
Y eso es lo que hice, dejarlos salir... sacarlos de dentro aunque doliese. Y es que como alguien me dijo "si algo duele es porque está curando" y con lo que está doliendo, la cura debe estar yendo viento en popa.
Llevo un par de días con una tranquilidad desconocida para mí, aprovechando este momento para volver a retomar cosas que tenía olvidadas o más bien aparcadas por falta de ganas o fuerza, volviéndome a sentir capaz de hacer muchas cosas. No sé cuanto durará, pero estos pequeños momentos siempre son bienvenidos y aún más cuando no suelen ser nada frecuentes.
Caminando, aunque puede que a un paso demasiado lento (o no, quizás es el rítmo que necesito llevar) va cambiando algo en mí y si echo la vista atrás descubro que realmente voy consiguiendo cosas que hasta hace poco se hacían impensables para mí.
Desde el momento en el que por fin logré alzar por primera vez la voz para pedir ayuda y explicar lo que me estaba pasando han pasado muchas cosas, buenas y malas.
Y eso es lo que hice, dejarlos salir... sacarlos de dentro aunque doliese. Y es que como alguien me dijo "si algo duele es porque está curando" y con lo que está doliendo, la cura debe estar yendo viento en popa.
Llevo un par de días con una tranquilidad desconocida para mí, aprovechando este momento para volver a retomar cosas que tenía olvidadas o más bien aparcadas por falta de ganas o fuerza, volviéndome a sentir capaz de hacer muchas cosas. No sé cuanto durará, pero estos pequeños momentos siempre son bienvenidos y aún más cuando no suelen ser nada frecuentes.
Caminando, aunque puede que a un paso demasiado lento (o no, quizás es el rítmo que necesito llevar) va cambiando algo en mí y si echo la vista atrás descubro que realmente voy consiguiendo cosas que hasta hace poco se hacían impensables para mí.
Desde el momento en el que por fin logré alzar por primera vez la voz para pedir ayuda y explicar lo que me estaba pasando han pasado muchas cosas, buenas y malas.
Es cierto que hay caidas, momentos de incertidumbre, ganas de tirar la toalla, miedos... Pero me estoy dando cuenta que desde que empecé la terapia han cambiado muchas cosas, cosas que puede que no haya apreciado como merecían por todo el desorden que me envuelve, porque es verdad que "el centrarme en todos los árboles que se encuentran en el suelo a mi alrededor muchas veces me impide ver aquellos que continuan de pie o aquellos que he ido volviendo a levantar"
Cuando tenga algo más de tiempo escribiré todos esos cambios que son muchos y asi de paso igual me sirve de motivación personal. Si he podido cambiar ciertas cosas cuando lo creía imposible puedo pensar que soy capaz de modificar otras tantas que me quedan por cambiar. Queda mucho camino por delante soy consciente de ello aunque a veces me pueda la impaciencia y la frustración por tratar de empezar la casa por el tejado.
Cuando tenga algo más de tiempo escribiré todos esos cambios que son muchos y asi de paso igual me sirve de motivación personal. Si he podido cambiar ciertas cosas cuando lo creía imposible puedo pensar que soy capaz de modificar otras tantas que me quedan por cambiar. Queda mucho camino por delante soy consciente de ello aunque a veces me pueda la impaciencia y la frustración por tratar de empezar la casa por el tejado.
Y entre los árboles serás capaz, poco a poco, de descubrir flores, colores, aromas, nuevos para ti que estás aceptando la vida; la sanación toma su tiempo y tiene sus muy duras etapas, pero al final, cuando te des cuenta del mundo que se ocultaba tras los velos de una enfermedad que somete y tortura, un enfermedad que devasta en solitario.... entonces te darás cuenta que valió la pena, sin dudas, por completo.
ResponderEliminarEs bueno que sacaras todo eso de tu interior, porque dentro duele mucho más... y mejor desahogarse escribiendo que de cualquier otra manera más perjudicial para nosotras...
ResponderEliminarSé que vas por el buen camino, estás logrando muchas cosas. Es un proceso lento, pero hemos de aprender a ver también los logros que vamos consiguiendo, y no sólo lo que nos queda aún por hacer... Pienso que sería muy positivo que escribieras esa entrada hablando de los cambios que has conseguido desde que estás en este proceso de sanación, así que espero leerla en breve.
Muchos ánimos, preciosa. Puedes conseguirlo, te lo he dicho muchas veces, pero te lo vuelvo a repetir... Puedes estar muy orgullosa de ti misma.
Un abrazo fortísimo!!!