*Si LuChAs PuEdEs PeRdEr, Si No LuChAs Ya EsTáS pErDiDo*

SiGo CaMiNaNdO sIn DeTeNeRmE y CaDa PaSo QuE dOy Me DeScUbRe HaCiA dOnDe VoY.

sábado, 15 de mayo de 2010

Vaciar para poder llenar

Te sientes perdida, caminando completamente a tientas sin saber hacia donde te diriges, desorientada, caminas por inércia sin saber muy bien a donde te llevan tus pasos. Buscas una mano amiga que te pueda guiar y de pronto frente a tí ves un armario que permanece cerrado a cal y canto desde hace años. Y piensas que puede que haya llegado el momento de abrirlo para comprobar que hay en su interior.

Y te encuentras con cosas con las que en ningún momento contabas pero es normal que se hubiesen quedado en el olvido, demasiados años encerradas. El olor a podrido que desprenden hace que te sientas aturdida, confusa e incluso puede que te provoque algún que otro mareo que termine convirtiéndose en caida. Pero te vuelves a levantar porque eres consciente de que el armario no puede continuar en ese estado por más tiempo, ha llegado el momento de hacer una limpieza a fondo.

Puede que resulte una tarea desagradable pero acabas haciéndola porque sabes que aunque realmente sea desagradable también es sumamente necesaria porque la suciedad que se encuentra en el interior del armario está empezando a lastimar también su propia estructura y a todo lo que se encuentra cerca.

Te pones manos a la obra y en el interior encuentras demasiadas cosas, algunas de ellas ya podridas por llevar tanto tiempo almacenadas, ocultas, privadas por completo del aire del exterior. Otras en cambio empiezan a podrirse pero aún tienen la posibilidad de salvarse si se llega a tiempo y otras tantas que quizás aún estén en perfecto estado y aunque en su momento fueron útiles ya han dejado de serlo, ya no sirven.

Sigues con la limpieza pues sabes que no puede quedar a medias. Si por un descuido queda algo de lo podrido allí dentro puede acabar tocando y pudriendo de nuevo todo aquello que acabamos de volver a colocar y habría que volver a iniciar todo el proceso de nuevo. Asique aunque te sientes agotada y deseas parar, continuas limpiando, inclinando tu cuerpo para tratar de llegar mejor hasta el fondo.

Puede que en algún momento cuando creas que ya has tirado lo que más olía, aquello que más podrido estaba y empieces a sentir de pronto una tranquilidad propia de ver el trabajo bien hecho, aparezca de algún pequeño recoveco algo que no esperabas encontrar. Y entonces es probable que te asustes, que duela, que el sobresalto que produzca en tí te lleve incluso a una parálisis absoluta pero cuando consigas despertar tendrás que seguir porque entonces sabrás que aún no habías terminado.

La mayoría de cosas que están ahí dentro te resultan desconocidas pero cuando las vas sacando descubres que forman parte de tí, permanecían agazapadas en la oscuridad esperando el momento para poder salir. Y el sinsentido empieza a cobrar sentido. Ahí está el trasfondo, ahí es donde hay que empezar a mirar y a tirar aquello que ya no sirve, aquello que se ha quedado enquistado, aquello que duele... y las lagrimas caerán pero ya no será necesario reprimirlas o esconderlas si no algo más sencillo que todo eso, simplemente dejarlas salir.

El armario ha permanecido cerrado a lo largo de estos años por miedo a lo que pudiese encontrar trás esa puerta y ahora sé que cada cosa que voy encontrando y descubriendo en su interior aunque me ahogue es importante e imprescindible para el conocimiento personal, para empezar a entender aquello que se hacía incomprensible... para empezar a comprenderme a mi misma y ver que somos el resultado de lo que hemos vivido y sobretodo de como lo hemos vivido.

Conocerme y comprenderme... que difícil se hace, aún queda mucho camino por recorrer para conseguirlo porque lo importante no es simplemente sacar aquello que ya no sirve, si no ver que es, ahondar en ello e ir sacándolo del armario por completo. Porque ese armario soy yo misma y para poder llenarlo de cosas nuevas primero necesito vaciarlo de las que se han quedado obsoletas.

2 comentarios:

  1. Qué lindo ejercicio... limpieza y ordenamiento de todo, ideas, recuerdos, lo que sirve y lo que hace daño, lo que puede sanearse y servir aún... Pero no olvides que somos seres en constante evolución, y ese armario necesita tener las puertas sin cerrojos para que puedas hacer limpieza constante. Porque tenemos el derecho y más aún, la necesidad de renovarnos constantemente, fortalecernos, sacar cosas que ya comienzan a estorbar y suplirlas por novedades... toda la vida, pero como se convierte en ejercicio constante, en análisis contínuo, jamás vuelve a ser un trabajo tan desgastante y agotador como esta vez. Solo no permitas que se pierda la llave de tu armario, para que jamás se queden sofocadas tus ideas en la oscuridad. Sigamos, pues, con la renovación.

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  2. Me gusta esta limpieza que todos habríamos de hacer continuamente en la vida: limpiar nuestro "armario" de ideas obsoletas, de sentimientos dolorosos, de recuerdos que sólo nos traen dolor... Para así poder llenarlo con lo nuevo que podamos ir aprendiendo, con ideas y maneras de afrontar la vida que nos traigan felicidad y crecimiento...
    Cuando llevamos mucho tiempo sin hacer este tipo de limpieza es más costoso ponerse a ello, pero también más necesario.
    Estoy totalmente de acuerdo con Santika en que este trabajo ha de ser un trabajo continuo, para que no vuelvan a acumularse las cosas que hemos de vaciar o limpiar y pueda siempre ir fluyendo la energía de la vida, que es un continuo cambio, un continuo crecimiento, un continuo aprendizaje... Por supuesto antes hemos de desatascar lo que lleva tanto años acumulado, y aunque el camino no es fácil, lo más importante es empezarlo y no detenernos en el empeño de ir siempre mejorando...

    Es una buena idea esa de hacer limpieza, no sólo de nuestro interior, a veces también poner orden fuera (armarios, cajones, archivos del ordenador, casa...) nos puede ayudar a poner orden en nuestras ideas. A mí, personalmente, me ayuda mucho, y cuando tengo una época de caos o desorden interno, suelo hacer limpieza en mi habitación, cosa que me va ayudando también a clarificar mi mente... como si fuera una especie de espejo: de fuera hacia adentro (y viceversa). Me ha gustado tu entrada, y me ha dado algunas ideas...

    Un abrazo muy fuerte, y suerte con la limpieza ;-)

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